Un día cualquiera de una tarde cualquiera con «la pequeña» en el parque. De arena hasta las orejas, jugamos a lo que ella va eligiendo, con su pala y su cubo, ya sube y baja del tobogán. Hoy está emocionada porque ya sube las escaleras sola, yo sólo la acompaño por si pierde el equilibrio y la recibo al bajar el tobogán para darle un enorme abrazo. Llevo el teléfono pero está en silencio, sólo sonaría si me llamasen y tengo claro que respondería si la llamada fuese urgente.
Pero algo llama mi atención al otro lado del parque. Un hombre que al llegar yo ya estaba y en todo momento está tecleando en el teléfono mientras empuja el balancín, en el cual está un peque de no más de tres años. No he visto que hablara con el niño ni se relacionara con él, más allá de ayudarle a balancearse; en un momento dado dice papá, lo que confirma mis sospechas acerca de qué son padre e hijo, y yo me pregunto ¿cuál es el objetivo de ir al parque? ¿Deberían estar prohibidos los smartphone en el parque? La estampa me dejó estupefacta, ambos en el parque y en más de media hora no se habían relacionado entre sí.
Hay un gran debate entre los expertos sobre si es adecuado o no el uso de las nuevas tecnologías en los menores de tres años, al ser una edad en la que se establece el apego y el vínculo con los cuidadores principales, se desarrolla el lenguaje, la psicomotricidad fina y gruesa, se aprenden a controlar las frustraciones, los tiempos, etc.
Pero lo que jamás me había planteado es cómo puede influir en el niño el uso que hacen sus padres de las TIC. No hablo de ese padre en concreto, claro está, pero aquella situación me ha hecho reflexionar sobre esto.
La llamada brecha digital, la diferencia de uso de las TIC entre generaciones, está cambiando. Los adolescentes o adultos jóvenes actuales en muchas ocasiones tienen padres que no saben usar las TIC, pero los niños menores de tres años en su mayoría tienen unos padres que han crecido con las TIC y podemos decir que son nativos digitales. Pero ¿realmente sabemos hacer un uso racional de las TIC? ¿Realmente sabemos como pueden interferir el uso de las TIC en nuestros hijos?

 

  • La importancia de que los padres controlen los tiempos de uso de las TIC. Es imprescindible dedicar tiempo de calidad a los hijos y más en una sociedad en la que la conciliación de la vida laboral y familiar es inexistente, en la que el tiempo que podemos dedicar a nuestros hijos no es el que nos gustaría. En ese tiempo que nada interfiera, el tiempo dedícaselo al 100%. Escúchalo, juega con él y si lo llevas al parque, deja el teléfono en silencio o directamente en casa. Pregúntate si en ese preciso momento que estás con tu hijo es estrictamente necesario el uso de las TIC.
  • Los padres deben pararse a pensar antes de publicar algo de sus hijos. La identidad digital, es la huella que va dejando en internet todo lo que uno hace o se publica de ti, es tu carta de presentación al mundo. Piensa si dentro de 30 años a tu hijo le puede gustar que estén todas las fotos colgadas, que su jefe del futuro pueda ver como mamá le cambiaba los pañales o los comentarios acerca de lo graciosa que era cuando tenía cinco años.
  • Intenta ser un ejemplo para tu hijo en el uso de las TIC, tanto en el tiempo de uso como en tu comportamiento en la red. No salgo de mi asombro de los comentarios que adultos hacen en foros, blogs, periódicos, en muchas ocasiones con insultos y con comportamientos completamente incívicos.

Te puede interesar Educar a los hijos en el uso adecuado de las TIC y bebés y nuevas tecnologías.

Lanzo @MariaSalmeronR1 la campaña #alparquesintelefono, y cuenta como disfrutas en el parque con tu hijo.

Mª Angustias Salmerón Ruiz pediatra del Hospital Ruber internacional y de la Unidad de Medicina del adolescente del Hospital Universitario La Paz.